los clásicos serán siempre modernos...

no era muy tarde, pero llevaba todo el día de un lado para otro, una vez mas sin haberlo planeado, estaba cansada y necesitaba por lo menos sentarse, si lo se no me pongo estos zapatos, pensó, eran demasiados bonitos y altos como para estar en un bar apoyada en la barra, asi que decidió irse a casa.
según bajaba la calle tratando de desenredar el cable de los cascos, miro la hora y murmuro como si de un mantra se tratara "no tengo medida... no tengo medida..." levantó la vista y se cruzaron sus miradas, como si de dos extraños se tratara, un hola y adiós, un que tal estas, cualquier cosa hubiera valido, ahí en medio de la acera lo único que fue capaz de decir fue un me voy a casa, respuesta acertada por parte de el "si, yo también"
tanto tiempo sin verse y lo único que era capaz de decir era eso, con una simpleza absoluta, como si no hubiera pasado nada, simples extraños
siguió bajando la calle y ya a punto de darle al play y ahogar así todos malos pensamientos oyó como la llamaban "ey!! espera! espera!!" casi sin aliento freno en seco, no esperaba que el chico de las ultimas cervezas de los viernes saliera del bar de propio a buscarla
- ey pero ¿donde vas?
- a casa
- ehh! no, a casa no, dijo sujetandola de la mano, vámonos a otro sitio, vámonos a uno de esos bares que tanto te gustan...
- están todos muy lejos de mi casa
- pues vamonos a tu casa.
- jeje... no
- pues a la mía...
- vaya, no te vas a dar por vencido
- ultima proposición, vamos al Mar de Dios, esta aquí al lado y sigues estando igual de lejos... no puedes decirme que no... además, hoy más que nunca necesito esa fuerza vital que me hace ser feliz...
pasaron unos segundos, de esos que parecen horas
- ey mira! es ese taxi antiguo! ¿te has montado alguna vez en el?
dijo señalando un coche blanco, un clásico de la ciudad que estaba parado un par de semáforos mas abajo.
- vamos, di algo, estoy intentando cambiar de tema después de declararme a la persona más fría del mundo, no me hagas además sentir estúpido...
-ehhh... pues nunca me he montado... no... creo que no
- eso tiene solución, dijo levantando la mano
se montaron en el taxi, tras decir que iban a la vuelta de la esquina, dar mil expliaciones sobre los clásicos de la ciudad, algo así como una de esas cosas imprescindibles de la vida, algo que al menos una vez hay que hacer, el taxista arranco pensando que eran, ambos dos, completamente gilipollas, subieron la calle para encarar la rotonda, ahi estaba su pasado yéndose a casa y ella repitiendo su mantra una y otra vez mientras Aha sonaban por la radio, uno de esos clásicos desvirtuados por kiss fm
- sabes, me ha pasado algo esta noche que me ha hecho darme cuenta de una cosa, dijo mientras miraba por la ventanilla como aquel no tan extraño entraba a casa, me haces sentir tremendamente bien...
bajaron del coche... y la noche siguió, un clásico mas



bajo los efectos de: ¿aha han vuelto? (lory meyers)