entre la calma y la quietud

pasado un mes hago balance, ya por fin estoy tranquila, exorcizada de parte de mis demonios...y de los tuyos, siento por fin que todo es para mejor, ya no pienso, no hago cábalas para salir de situaciones que ninguno queríamos...tu rutina se fue para dar la bienvenida a nuevos hábitos y ahora entre la calma y la quietud, sigo sintiéndome culpable por todo...
culpable por soñar y fantasear con que todo acabara, culpable por no haber luchado por llenar el vació existente, culpable por no pedir y por no saber dar todo aquello que pedías y sabias que podía dar
y lo peor de todo es que estaba claro, todo acabo antes de empezar, no es posible que algo tan insignificante dure, algo unido por temas tan banales, de esos que no te hacen especial, que realmente podrían ser de cualquiera...todo ello unido a tus mentiras...y las mías...que ni siquiera llegaron a ser mentiras, podría decirse que tan solo fue ocultar información...
yo aparentaba ser feliz mientras contaba las horas minutos y segundos para para doblar la esquina antes de tiempo, volver caminando a casa y no mirar atrás y tu...no se muy bien en que pensabas...lo que esta claro es que estabas muy lejos...pero no lo suficiente....
un mes después, lo volvería a hacer, que hayas adquirido mis gustos musicales hace que puede que estés en el lugar equivocado, en el momento equivocado...pero ahora lo sabes, soy capaz de salir del taxi y decir simplemente adiós...así ya no tengo que luchar por algo acabado...solo tengo que luchar contra mis demonios...los que me señalan con el dedo y me culpan de todo
bajo los efectos de: ainismo (la habitación roja)